Empresas se abren mercado con productos que aporten a la conservación del medio ambiente y a la movilidad sustentable en las ciudades del país.
Conscientes de la necesidad de una movilidad sostenible, sobre todo en las grandes ciudades, surgen iniciativas que apuntan a la comercialización de vehículos amigables con el medio ambiente. Además, los ciudadanos buscan rapidez y facilidad para transportarse por las urbes, cada vez más congestionadas por el tráfico y la contaminación vehicular.
Una de las empresas que apunta a solucionar esta problemática es Eride, que ensambla motos eléctricas con 60% de sus partes fabricadas en el país.
Este tipo de motos es catalogado por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) como bicicletas, por lo que por ahora no necesitan de una matrícula, placas ni permisos de circulación.
Además, pueden transitar por ciclovías, veredas o compartir calles junto a otros vehículos, pues alcanza una velocidad máxima de 35 kilómetros por hora.
La batería de litio de estas motos, que pueden adquirirse con diseños personalizados, tiene una autonomía de 70 kilómetros y para su carga total se requiere de una conexión de cinco horas.
Cargar una Eride tiene un impacto de consumo mínimo, pues el aumento en la planilla de luz es de un promedio de $ 7 al mes si la carga se realiza cada dos días.
Diego Vizcaíno, gerente de Eride, explicó que este emprendimiento empezó hace dos años, pero salieron a la venta hace apenas cuatro meses. El resto del tiempo han estado en la búsqueda de proveedores de algunas piezas, como baterías, y realizando pruebas de los prototipos iniciales.
Con un valor promedio de $ 2.300 ya fueron vendidas 70 motos y otras 120 fueron distribuidas a una importante empresa comercializadora del país.
La compañía tuvo un ingreso promedio de unos $ 160.000 durante el último trimestre de 2017 y su perspectiva para 2018 es la de crecer en al menos 40%.
Para alcanzar esta meta, uno de los principales mercados al que apunta la empresa es a las islas Galápagos, donde ya fue restringido el ingreso de vehículos de combustión. Por esta razón, Eride se convierte en una atractiva opción para la movilización en el archipiélago.
“Es importante hacer conciencia con el tema de la contaminación. Precisamente ese es el espíritu detrás de esta empresa. Estamos aportando a cuidar el planeta y este proyecto; en cierta forma, es un grano de arena para ese fin”, enfatizó Vizcaíno.
ElectroBike, otra opción de movilidad sustentable
ElectroBike fue un proyecto que nació en México para solucionar problemas como el largo tiempo que toman los traslados de un lugar a otro por el tráfico; el costo de los estacionamientos; el alto gasto por combustibles y, sobre todo, la contaminación medioambiental.
La franquicia llegó al país en octubre de 2016; al cierre de 2017 fueron comercializadas alrededor de 800 bicicletas eléctricas, evidenciando una importante apertura en el mercado ecuatoriano al dejar un promedio de ingresos de aproximadamente $600.000.
Andrés Mesías, director comercial de ElectroBike Ecuador, indicó que las bicicletas llegan de México preensambladas y en Ecuador se realizan los últimos ajustes para salir a la venta. Sin embargo, ahora buscan proveedores que permitan a la empresa armar las bicicletas en el país.
“La bicicleta es una herramienta que permite una movilidad sustentable y con la inclusión de un motor eléctrico se puede hacer recorridos más largos. Es una tecnología que cada vez tiene más espacio en el país y va de la mano de la política nacional de promover el consumo de energías limpias”
Fuente: El Telégrafo