Siete piscinas olímpicas se podrían llenar con aceites lubricantes usados recolectados en Ecuador

La iniciativa de economía circular Recoil busca alejar los residuos de alcantarillas y fuentes de agua en el país.

Una flota de vehículos es la que se encarga de recolectar envases y aceites usados de las lubricadoras del país. A través de una llamada a la línea activada por la iniciativa de Economía Circular Recoil, que impulsa la Asociación Ecuatoriana de Lubricantes (APEL), se gestiona el retiro de dichos residuos.

En 2021 nació este proyecto para la recolección de estos productos. Son 27 empresas las que forman parte de la asociación y que participan de la iniciativa. Las empresas que forman parte de la organización abastecen cerca del 90 % de la demanda en el país.

El objetivo principal es alejar los residuos de lubricantes o de lubricantes usados de las alcantarillas y de fuentes de agua. Asimismo, evitar que este producto se reprocese ilegalmente y, más adelante, se venda como lubricante adulterado.

En el 2021, a través de la iniciativa, se gestionaron 4,1 millones de galones de aceites usados. Mientras que, en 2023, se recolectaron más 5,5 millones de galones, una cantidad que podría llenar aproximadamente 7,8 piscinas olímpicas.

En el caso de los envases de estos aceites, se logró en 2023 la recolección de 587,02 toneladas. En 2021, la cifra fue de 67,42 toneladas. Estas cifras fueron presentadas este lunes, 4 de marzo, en Guayaquil.

Jaime Rumbea, director de APEL y de la iniciativa Recoil, explicó que, luego de que se recolectan los aceites usados y envases, se les da un nuevo uso. Por ejemplo, los aceites pueden entrar a un proceso de doble refinación, es decir, el lubricante usado se puede refinar como un crudo pesado y permite producir grasas o bases para ciertos tipos de producto.

“Es como el círculo completo en el que se reincorpora el producto y eso es lo que muchas personas llaman economía circular”, detalló Rumbea.

Citó que el lubricante usado, además, puede usarse como una especie de combustible por parte de industrias que tienen la infraestructura para que, al quemar el producto, no emane contaminantes. Las cementeras, por ejemplo, pueden quemar el aceite y darle un nuevo uso.

Entre sus planes a futuro Recoil tiene como meta principal consolidarse como el modelo colectivo líder en la articulación de la gestión de aceites lubricantes usados y sus envases generados en Ecuador continental e insular.

De esta manera, esperan contribuir con la disminución de emisiones de carbono en el país como miembros del programa carbono cero e impulsar acciones que contribuyan a buena gestión de aceites usados y de sus envases.