La petrolera estatal desembolsó un último pago de $ 19 millones en enero. Realizó maniobras financieras para cumplir con sus obligaciones a proveedores. Actualmente tiene una deuda estimada de $ 1.558 millones.
La empresa pública Petroamazonas concluyó con el pago de $ 165 millones del Fideicomiso de Inversión del campo Pañacocha constituido el 1 de febrero de 2010 con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Petroecuador y Fiduciaria del Pacífico.
A inicios del año en curso, Petroamazonas desembolsó los últimos $ 19 millones, informó a EL TELÉGRAFO Álex Galárraga, gerente general de la petrolera.
Los recursos que el IESS entregó tenían una tasa de interés de 5%, a siete años plazo con 12 meses de gracia.
Fueron parte de los $ 292 millones invertidos para el desarrollo del campo Pañacocha, ubicado en Sucumbíos. El 21 de diciembre de 2010 inició operaciones con 42 millones de barriles de reservas de crudo.
La operación fue fuertemente cuestionada en su momento, ya que constituyó la primera ocasión que el Seguro Social incursionaba en negocios petroleros.
Petroamazonas cumplió con esta obligación después de que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) le transfiriera $ 746 millones en diciembre de 2017 como ampliación a su presupuesto, indicó Galárraga.
Estrategia para saldar cuentas
Ese dinero también le fue útil para sanear otras cuentas pendientes con proveedores, como parte de la reestructuración de deudas que lleva a cabo la institución desde el año pasado.
La crisis económica nacional impactó con fuerza a Petroamazonas. Las facturas se acumulaban mientras que los recursos eran escasos, debido a que el precio del crudo cayó drásticamente en los mercados internacionales dejando a Ecuador prácticamente sin ingresos petroleros.
La situación se agudizó por los altos costos operativos que manejaba el país (alrededor de $ 30 por barril) y porque gran parte de la producción está comprometida en los contratos de preventa.
Actualmente Petroamazonas maneja un costo por barril de $ 17,85 (incluye pagos de deuda e intereses). Galárraga advirtió que de no haber reducido costos, gastos y aumentado la producción, las deudas de la empresa estarían en unos $ 8.000 millones, frente a los $ 1.558 millones actuales.
“Cuando asumí la gerencia (en septiembre de 2016) teníamos dos objetivos enmarcados en uno: la producción venía declinando y tenía las preventas petroleras, por lo que había que subir la producción. Al mismo tiempo se debía bajar todo el costo operativo para hacer que la compañía aguante”.
Durante los años más difíciles (2015-2016), el presupuesto ejecutado por Petroamazonas sumó $ 6.603 millones, en contraparte Finanzas hizo transferencias por un total de $ 4.141 millones.
A diciembre de 2016, el MEF registró un déficit con la petrolera de $ 3.577 millones acumulados desde 2012 (ver infografía).
Para 2017 el panorama mejoró, pues recibió más de lo que ejecutó dejando un remanente para evacuar pendientes con contratistas y así reducir el monto global de asignaciones de parte de Finanzas a $ 3.217 millones.
Los recursos que movilizó el MEF provinieron en parte de la renta petrolera obtenida el año pasado ($ 3.742 millones) y de la emisión de bonos de Petroamazonas.
“Todavía existen pendientes, pero ya son mínimos. Nos llega plata de Finanzas y tratamos de pagar a todos por igual”, explicó. Reestructuración de las deudas.
De los $ 3.217 millones que debe pasar Finanzas, se descuentan los bonos del City Bank, pagos a Schlumberger, obligaciones con empresas públicas, ajuste en Operaciones Río Napo, desembolso por Pañacocha y retenciones por pagar, con lo que se llega a la deuda actual de alrededor de $ 1.558 millones.
Petroamazonas tiene una programación para pagar la colocación de papeles y otras transacciones con las que cubrieron a los contratistas.
Para 2018, a parte del presupuesto aprobado para operaciones de $ 2.879 millones, la petrolera requiere de $ 296 millones. En 2019 necesitará $ 371 millones y al año siguiente $ 902 millones.
Ahora bien, Galárraga indicó que con todas las maniobras financieras realizadas, a la empresa le quedan provisiones por $ 1.432 millones.
De ese monto se desprenden $ 300 millones para liquidar remanentes de compromisos entre 2014 y 2016.
“Aquí están compañías con montos pequeños como Baker con $ 40 millones, Petrex $ 10 millones y otras”, mencionó el gerente.
Dos opciones que se estudian con Finanzas para manejar este asunto. Por un lado se analiza acudir nuevamente al mercado de capitales y colocar los $ 300 millones en papeles, como se lo hizo para cumplir con Schlumberger. Esto ya fue anunciado por las autoridades el pasado 16 de enero durante una visita al campo Tambococha.
La otra alternativa es asumirlo por cuenta propia aprovechando que el precio internacional del petróleo experimenta un buen momento. La decisión al respecto se tomará en el transcurso de los primeros días de febrero.
Así las provisiones bajarían a $ 1.100 millones, lo que constituye tres meses de operación de Petroamazonas. “Cerramos el año prácticamente sin deudas a proveedores. Ahora el reto es asumir las deudas financieras”.
Flujo de caja
Para los próximos años
Para 2018 Petroamazonas proyecta un flujo de caja de $ 3.175 millones (incluye programación presupuestaria y capital para pago de deudas pasadas). En 2019 serán $ 3.330 millones y para 2020 se estiman $ 3.847 millones.
3 años tomará pagar el capital de los compromisos financieros adquiridos para liquidar deudas.
Renta petrolera
Para este año se calcula una renta petrolera de $ 3.777 millones; para el siguiente, $ 4.315 millones.
Fuente: El Telégrafo