La producción de lubricantes subió 12%

producción de lubricantes

El volumen de aceites lubricantes producidos por la Asociación de Productores Ecuatorianos de Lubricantes (APEL) registró un despunte en los primeros cuatro meses del 2016 en comparación con igual período del 2015. El incremento es del 12%. Es decir, pasó de 4,41 a 4,94 millones de galones para los automotores que utilizan gasolina y diésel, según datos de la Asociación.

APEL cuenta con cinco productoras de lubricantes a escala nacional: Swissoil, Lubrival/Lubriansa, Inducepsa/Cepsa, PDVSA y Lubrisa. Están ubicadas en dos sectores de la provincia del Guayas: Guayaquil y Durán, en la costa ecuatoriana.

En estas plantas se producen 24 millones de galones aproximadamente, al año. Allí se elaboran aceites lubricantes y grasas para el sector automotor e industrial. Este monto representó en el 2015, un 70% del producto ofertado a nivel nacional, que alcanza los 34 millones de galones. Así lo explica Valeria Naveda, asesora de APEL. “La producción nacional de lubricantes ha tenido buenos resultados, en especial en 2015, ya que alcanzó USD 126 millones en la balanza comercial”.

Una de las ventajas que tienen las plantas de producción de lubricantes es su capacidad instalada. Así lo señala Santiago Díaz, gerente general de la empresa Swissoil del Ecuador.

Para Díaz, uno de los retos de la fábrica es mantener sus niveles de producción y los costos competitivos en el mercado para evitar un mayor consumo de productos importados que se comercializan dentro del país.

Precisamente, este es uno de los golpes para la industria nacional. Según Naveda, la industria busca no solo abastecer a nivel local sino incrementar su rubro de exportación. “La industria exportó 14 millones en 2015. Lo que significa un 4% más que el año anterior”.

Para los asociados, el fortalecimiento de las exportaciones es un tema básico, porque ayuda a la industria ecuatoriana. “Algunas ventajas que tienen las plantas es que tienen una salida directa a los puertos para facilitar las exportaciones, por ejemplo, a Colombia y Perú”, señala la asesora de APEL.

De acuerdo con la información proporcionada por el Banco Central del Ecuador (BCE), en el 2015 la industria nacional exportó USD 11,2 millones en otros aceites lubricantes, USD 2,5 millones en aceites para transmisiones hidráulicas y USD 285 000 en grasas lubricantes, es decir USD 14 millones aproximadamente.

Naveda afirma que la industria nacional de lubricantes es un nuevo rubro de exportación y sobre todo de sustitución de importaciones que a la fecha genera un efecto de tres por uno (3×1) sobre las divisas. Es decir, un galón de lubricante importado genera la salida de tres veces más divisas de la economía ecuatoriana que el mismo galón producido en territorio nacional.

Un tema que destaca es que las marcas internacionales están junto a APEL. Se puede mencionar que se maneja: Castrol, Golden Bear, Havoline, Motorex, Texaco, Repsol y otras. “Los precios de los productos son competitivos, porque se necesita hacerle frente a los que llegan al país”, señala la asesora.

Otro de los asociados es la empresa Lubrival S.A. Su gerente Bejamín Rosales explica que hay un desarrollo interesante de la industria nacional, ya que hay la presencia de marcas multinacionales. Esto contribuye a una importante transferencia tecnológica en las fábricas. Además, dice que “para el tamaño de mercado, la capacidad de producción es muy grande, lo cual nos obliga a ver hacia otros países. Tenemos una posición geográfica estratégica para atender los mercados de la CAN, etc., lo cual debemos aprovechar”.

Otro de los problemas que deben enfrentar los productores de lubricantes es la adulteración de los productos, por lo que es necesario fortalecer la calidad. “Nosotros estamos trabajando con las autoridades y varios grupos para dar una solución a este problema, que afecta a los consumidores”, asegura Naveda.

Los productores esperan que en los próximos seis meses del año, la producción de aceites lubricantes y grasas para automotores mejore, por lo que le apuestan a potenciar la salida del producto, mantener precios dentro del mercado y seguir cumpliendo con la normativa ambiental.

Fuente: Revista Líderes.