La potencia eléctrica instalada en el Ecuador

La semana pasada se emitieron en tres días diferentes: un artículo, un editorial y una pregunta (sobre temas económicos), relacionados con la subutilización de la potencia eléctrica instalada en el Ecuador. Sin entrar al campo político, solo bajo asuntos técnicos se dirá que no es malo, tener una reserva.

Es necesario emitir y hacer público un informe más detallado de todo lo que tiene que ver con: centrales, proyectos, conducciones, distribución, exportación, empresas, etc. Existen empresas eléctricas que distribuyen la energía, estas deben informar lo que entregan (venden), a los usuarios y el origen de esa producción.

No sabemos por ejemplo si todavía funcionan las “termoeléctricas”, si fuera así, procurar ir substituyendo las con las hidroeléctricas, para no utilizar derivados de petróleo, con lo cual se beneficia al país. Hay que tomar en cuenta que en las hidroeléctricas los caudales utilizados para producir son deficitarios por lo que su capacidad instalada no es aprovechada todo el tiempo , es del caso revisar los informes que en su momento tenían Inecel-Inamhi, sobre el proyecto Coca-Codo , la producción como está construido es máximo para 840 MW, esto a manera de ejemplo.

Además si hubiera sobreproducción lo que se debe hacer es que funcionen las turbinas-generadores solo para lo requerido por el consumo, pudiendo reservar capacidad para cuando la demanda lo exija, se tiene un incremento anual mínimo del 5% de esta. Pero en general en las condiciones actuales no es posible tener la indicada producción eléctrica menos aún una subutilización.

El tema económico si requiere un análisis muy detenido: nunca se deben construir las hidroeléctricas con financiamiento a través de crédito, sino con inversión privada, en sociedad con el Estado. Así mismo para la exportación deben participar en la inversión, los interesados. 

Fuente: El Comercio