Jefe de la OPEP dice no entender salida de Catar

El presidente de turno de la OPEP, Suhail bin Mohamed Faraj al Mazuei, dijo el martes 4 de diciembre en Viena no entender, pero sí respetar, la decisión de Catar de abandonar la organización, y confió en que otros países se unirán al grupo en un futuro cercano.

“No lo entendemos, pero respetamos el derecho soberano de Catar”, dijo Al Mazuei a un grupo de periodistas. Es una decisión que puede tomar cualquier país.

“Es una lástima que se vayan, pero no podemos forzarles a quedarse”, comentó tras el anuncio realizado este lunes 3 de diciembre, por parte del ministro de Energía, Saad al Kaabi, quien señaló que el mayor exportador de gas del mundo, Catar,  abandonará la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) el próximo 1 de enero.

El fin es tener independencia y poner en práctica sus planes de aumentar la producción de hidrocarburos.

Las autoridades se quieren centrar en el gas, diversificar sus inversiones y ganar autonomía en su política de hidrocarburos, según indicó Saad al Kaabi.

A pesar del bloqueo económico y político que desde junio de 2017 sufre por parte de sus vecinos, encabezados por Arabia Saudí, Al Kaabi aseguró que la decisión “no tiene que ver” con esa circunstancia, dando por descontado que “mucha gente politizará” la decisión.

El anuncio llega en vísperas de la 175 conferencia ordinaria de la OPEP, que se celebra este jueves y viernes en Viena y en la que el organismo y sus aliados, entre ellos Rusia, planean estudiar un recorte de su oferta de crudo para frenar la abrupta caída de los precios del petróleo, de más del 30% en menos de dos meses.

Al Mazuei, ministro de Petróleo de Emiratos Árabes Unidos, desestimó que la salida pueda tener un impacto importante. “No creo que vaya a afectar la decisión (que se espera se adoptará esta semana en el grupo) o el nivel de producción, dado que el bombeo de Catar (unos 600.000 barriles diariamente) es pequeño, es decir no es significante para la organización”, manifestó. (I) et

Fuente: El Telégrafo