Campos Ishpingo A y B producirán a finales de 2019

Los planes dependen de que el Ministerio de Ambiente entregue a Petroamazonas las licencias en marzo y abril. El Bloque 43-ITT extraerá 125.000 barriles de crudo al día.

La extracción de petróleo en el Bloque 43-ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini) alcanzará un promedio de 125.000 barriles diarios a lo largo de 2019.

La meta estimada por la empresa pública Petroamazonas, responsable de la producción de crudo, incluye 30.000 barriles por día (bpd) provenientes de las plataformas Ishpingo A e Ishpingo B, localizadas cerca de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Yasuní.

Desde noviembre del año pasado la petrolera estatal espera que el Ministerio de Ambiente (MAE) apruebe las licencias, para dar paso a las operaciones en esas áreas.

El último ofrecimiento de la Cartera de Estado es entregar los permisos en marzo y abril del año en curso.

Si esto se cumple, la producción en Ishpingo A empezaría en octubre con un estimado de 15.000 barriles diarios. Ishpingo B operaría en diciembre y aportaría una cantidad similar.

La licencia comprende la construcción de las plataformas, facilidades y todo el plan de manejo ambiental.

Álex Galárraga, gerente general de Petroamazonas, indicó a EL TELÉGRAFO que en el primer semestre del año el bombeo promedio al día, en todo el ITT, llegará a 72.000 barriles y para el segundo semestre serán 100.000.

El salto de la producción será posible, además, porque aumentará la capacidad de procesamiento de la Central de Procesamiento Temporal Tiputini (CPT).

Actualmente la CPT es capaz de procesar 400.000 barriles de crudo por día, pero desde junio subirá a 700.000.

La instalación cuenta con cuatro tanques trifásicos que se encargan de separar agua y gas del petróleo extraído.

Intervención en la zona de amortiguamiento

Inicialmente, el Gobierno tenía previsto intervenir otras cinco plataformas ubicadas dentro de la zona de amortiguamiento, lo cual despertó el rechazo de grupos ambientalistas y otros sectores de la sociedad.

La intervención se suspendió hasta incorporar medidas de protección ambiental más estrictas, por sugerencia de la Cartera de Ambiente.

Galárraga aclaró, sin embargo, que si bien en 2019 no habrá ninguna actividad, esto no se descarta para 2020.

“Nosotros seguimos presentando todas las respuestas a los planes de contingencia que se vayan a dar en esa zona (de amortiguamiento)”, explicó el funcionario.

El Plan de Desarrollo del Bloque 43 contempla la perforación de 651 pozos en 26 plataformas.

El área de Ishpingo abarca 10 plataformas con 293 pozos. Lo demás se reparte entre Tambococha, Tiputini y Tiputini Norte.

Desde que inició la explotación en el ITT, en septiembre de 2016, hasta ahora la inversión asciende a $ 918 millones; $ 500 millones se transfirieron en 2018. Ese año generó una renta petrolera de $ 605 millones.

Hasta 2021 se prevé que el bloque logre una producción aproximadaentre 200.000 y 250.000 barriles.
Meta de 2018, incumplida

Petroamazonas tenía como objetivo cerrar el año con un volumen promedio de 80.000 bpd -incluso se habló de la posibilidad de llegar a 90.000-, pero lo cierto es que no se logró la meta.

Tiputini y Tambococha produjeron en promedio 58.110 barriles al día.

¿La razón? Galárraga atribuyó los resultados a que el Ministerio de Ambiente no entregó a tiempo la licencia para la inyección de agua.

Se esperaba disponer de aquello en septiembre de 2017, pero fue entregada un año más tarde (en noviembre de 2018).

Debido a este retraso, cuando los campos alcanzaron su máxima producción en agosto, con 77.346 bpd, Petroamazonas decidió restringir las operaciones.

El extracción de petróleo declinó los siguientes meses, pero se recuperó en diciembre, después de obtener el permiso del MAE.
Para febrero de 2019 el Bloque 43 rinde un promedio de 72.500 barriles diarios a un costo operativo de $ 3,92 por barril.

Galárraga manifestó que las estrategias de la empresa apuntan a disminuir el costo operativo a $ 2,40.

La reducción será posible porque se eliminarán rubros relacionados con el consumo de diésel, pues habrá más abastecimiento por generación eléctrica. (I)

Fuente: El Telégrafo